Soy un asocial
De cómo el ingenioso youtuber asumió hace tiempo que no le gusta hablar con gente que no conoce.
Hace años fui a una boda a la que, en realidad, no debía haber ido.
Ella fue una persona importantísima para mí.
Quizá la segunda persona de la que más me he enamorado en mi vida.
Ojo cuidao.
Así que fui.
Sabía que sobraba.
Pero fui.
Me sentaron en la típica mesa de los restos, la de la gente que no sabes dónde colocar.
Y me pasé cuatro horas larguísimas hablando de nada.
De la revista.
De voleibol, importándome un mojón el voleibol.
Hablé mucho de triatlón y me miraron como un bicho raro.
Ya sabéis: conversaciones de ascensor eternas.
Hoy, muchos años después, pienso en eso.
Y pienso que hay que normalizar el ser un puto asocial:
No todo encaja.
No todo conecta.
No todo hay que forzarlo.
Si eres introvertido, no tienes que actuar como un extrovertido para salvar una comida.
Si no tienes nada en común, no tienes que fingir que sí.
Si estás en una mesa donde no pintas nada, no tienes que inventarte un personaje para encajar.
Hay lugares y personas con las que no te vas a cruzar más.
Y no pasa nada.
No tienes que gustar a todo el mundo.
No tienes que caer bien siempre.
No tienes que construir puentes donde no hay orillas.
Y ya.
Ahora me voy a recoger a la niña al colegio.
Diego Rodríguez escucha a la gente tecleando.
Diego Rodríguez ha comido una pulga de jamón serrano.
Diego Rodríguez sueña con arreglar el SEO de Planeta Triatlón.