La IA también la utilizan los mediocres
De cómo el ingenioso youtuber se sorprende con la falta de exigencia que hay, a veces, en el mundo de los negocios.
En Tilde comunicación llevamos básicamente empresas B2B. Así que por trabajo tengo que pasar bastante tiempo de mi jornada en LinkedIn.
Aunque me cabreo conmigo mismo, es inevitable perder parte de la jornada viendo qué escribe y qué comparte la gente.
El viernes me topé con una actualización: “Cómo desarrollar un Plan de Medios Efectivo”, que se veía a la legua que era de ChatGPT. No hace falta ser un lumbreras para darse cuenta: la tipología de textos, la tendencia a la redundancia, la mayúscula en cada palabra de cada epígrafe, los emojis, el que incluyese una conclusión…
No obstante, por si acaso, me fui a ChatGPT a hacerle la pregunta.
La respuesta que me dio fue al 95%, el que la especialista de marras ofrecía a su audiencia, a sus clientes potenciales (al fin y al cabo en LinkedIn te muestras para quien te compra).
En definitiva, una publicación mediocre.
Más allá de que Desarrollar un plan de medios efectivo es mucho más que siete puntos con un párrafo explicativo, lo que me sorprendió fue el énfasis con que su audiencia abrazaba el texto, sin crítica de ningún tipo.
“Me encanta, está buenísimo”.
”¡Buen consejo!”
”¡Excelente guía!”
”Gracias por compartir”
”Muy interesante”.
Nadie criticando la pobreza del texto.
En la actualidad, el 75% de mi trabajo utiliza inteligencia artificial en alguna de sus formas.
En todas las charlas que doy, ya sea en las clases de IEBS o en la Universidad, insisto en dos cosas:
Es una herramienta para hacernos más eficientes, no un sustituto de nuestro trabajo.
No se me ocurriría en la vida presentar a mis clientes un texto extraído al cien por cien de la IA generativa.
A día de hoy, seis días más tarde, la publicación arrastra más de mil likes y 215 comparticiones.
Mediocridad que se expande.
Si aplaudimos a gente que usa la IA mal, si encima les damos un altavoz, estamos haciéndonos un flaco favor como profesionales.
La IA no es un juguete. Es una herramienta poderosa.
(Mañana escribiré a colación de esto sobre una historia buenísima que he leído esta tarde en El acto de crear: una manera de ser, de Rick Rubin, sobre AlphaGo de Google)
Pero mañana.
La IA, en manos equivocadas, se convierte en una máquina de producir basura. Y dudo que queramos más basura.
Y como clientes tampoco queremos basura.
Así que toda ser exigentes. Y como dice Fernando Alfaro:
Hazte preguntas difíciles
No te dejes manipular
Estudia todos los días
Aprender antes que los demás <única> ventaja competitiva sostenible.
Diego Rodríguez escucha Homesick de Kings of convenience.
Diego Rodríguez ha comido hoy un yogur con avena.
Diego Rodríguez sueña con ver la exposición de Isabel Quintanilla este mediodía, antes de la reunión en Madrid.