Hazte la p*ta foto
De cómo el ingenioso youtuber piensa que a veces hay que hacer las cosas y punto (parafraseando a Scott Jurek)
Julia está de vacaciones con unos familiares.
Y esta mañana me ha hecho falta una foto suya tipo carné.
La necesito para apuntarla a la piscina de Simancas.
Así que les escribo para que se la hagan.
Que me manden una foto, y luego yo ya la edito con la IA.
Trámite rápido.
Asunto resuelto en dos minutos.
Pim.
Pam.
Pero la respuesta ha sido otra.
Me dicen que no puede ser.
Que Julia no quiere salir de la piscina. Que no hay manera de convencerla.
Y claro… me estalla una alarma.
Porque si a mí alguien me pide una foto de Julia —una persona con autoridad sobre mí, sobre nosotros—, yo no me planteo si ella quiere o no quiere.
Yo la saco del agua, le peino el flequillo y le hago la puta foto.
No hay más.
Y no es porque me apetezca hacer de poli malo.
Ni porque me encante contradecirla.
Es porque me lo han pedido.
Y punto.
Y a veces, cuando alguien te lo pide, no se negocia. Se hace.
Llámame raro, pero no soy de desacreditar a la autoridad.
No se me ocurre relativizar una orden solo porque no te apetece.
Hay momentos —pocos— en los que no se trata de tener razón, ni de empatizar, ni de pedagogía.
Se trata de ejercer.
Esa palabra.
Ejercer.
Porque la autoridad no siempre se gana.
A veces se toma.
Y se asume el coste.
Ya hablaremos luego.
Ya lo gestionaremos después.
Pero ahora sal de la piscina, Julia.
Y hazte la puta foto.
Diego Rodríguez escucha una motosierra de fondo, muy de lejos, cortando ramas.
Diego Rodríguez ha comido hoy un trozo de pizza que sobró anoche.
Diego Rodríguez sueña con no mojarse en la bici.