El impuesto que pagas en un dutty free
De cómo el ingenioso youtuber piensa que para hacer sonreír a la gente hay que dedicar tiempo.
A ver cómo cuento yo esto sin que siente mal.
Los dutty free -o como se escriba- son el sitio en el que pagas por tus remordimientos.
Porque vas a casa con las manos vacías.
Porque piensas que tenías que comprar algo para tu prima, para tu padre, para el vecino.
Yo qué sé.
No he comprado nunca en un dutty free.
Ni un toblerone.
Ni unos bombones.
Ni una postal de “algún idiota estuvo en Kuala Lumpur y me trajo esta camiseta”.
Yo últimamente mando postales, por cierto.
A veces llegan, a veces no.
Escribo en ellas.
A mano.
Y compro un sello.
Pero no compro en un dutty free, donde pagas por evitar sentirte culpable.
Y compras cosas que no sirven de nada y no van a aportar nada.
No sé si sabes a qué me refiero.
Lo mismo me estoy explicando mal.
Es sábado, estoy en el aeropuerto, esperando al avión, y es en lo que he pensado al pasar por el de aquí.
Que está lleno de cosas que no sirven de nada.
Salvo para no sentirse culpable.
Y las marcas juegan con eso.
Hacer regalos es complicado: solo basta en escuchar a quien tienes que regalar.
Y ya no escuchamos.
Pero ese es otro tema.
Lo mismo hablo de escuchar otro día.
Hoy no cuento más.
Que no compres en el dutty free. Dedica tiempo, piensa qué le hace ilusión a la persona, y hazle sonreír.
Y ya.
A ver si embarco.
Diego Rodríguez escucha a mucha gente hablando.
Diego Rodríguez ha comido hoy muchas palmeritas de chocolate.
Diego Rodríguez sueña con llegar a su casa.
Capibaras, por ejemplo!!!