El día que pedaleé con uno que gestiona unos 3.000 millones de euros
De cómo el ingenioso youtuber reflexiona sobre los hobbies.
Hoy la newsletter va de bicis.
Bueno, quizás no. Quizás va de la vida en general.
Pero con las bicis como excusa.
Una historia.
Hace años, tenía que ir a una cicloturista patrocinada por un cliente.
Habían montado un evento todo guapo.
Estaban sus embajadores, y gente invitada.
VIPS de esos.
Y yo, que vivo en la parra, conocía a muy poquitos.
Total, que el sábado a primera hora salimos a pedalear en la cicloturista, con miles de personas. Aquel año yo estaba bien de forma, hay que decirlo.
A unos veinte kilómetros de meta, nos enganchamos unos cuantos de los que íbamos invitados por la marca.
Tirábamos como animales.
Y como yo estaba bien de forma, yo era de los que iba tirando.
Pim pam.
Llevaba a rueda a un señor (léase más de 50 años), calladito y que no se descolgaba, siempre pegado.
Lo hicimos fácil y nos divertimos mucho.
Y al llegar a meta, me dio las gracias. Y que se había divertido muchísimo.
Una hora después me enteré de que era el tesorero de una empresa que vale en bolsa unos 3.000 millones de euros. Y que era de la familia propietaria.
Vamos, que había panoja ahí.
Y esa es la historia.
¿Moraleja o algo?
Sí, claro.
Nuestros hobbies nos igualan.
Da igual qué seamos, de lo que nos gusta disfrutamos todos.
Y salir en bici sobre todo.
Como salir a la montaña o a pasear o ir a clases de pintura.
Da igual de dónde venimos, quién somos y cuánto nos mide.
Pedaleamos, paseamos o pintamos, y se lo contamos al que tenemos al lado igual que se lo contaríamos a otro desconocido.
Y eso mola.
Porque por un rato, nos olvidamos de casi todo y somos iguales.
Parejos.
Y ya está.
Sal en bici.
Diego Rodríguez escucha Lodo de Xoel López.
Diego Rodríguez ha comido hoy un poco de pechuga de pollo y aguacate.
Diego Rodríguez sueña con salir en un rato a entrenar y que no haga mucho calor.